viernes, 30 de abril de 2010

Lo que importa no se ve

Este fue el mensaje transmitido por Astuzia, la marca de ropa que nos invitó a participar de esta experiencia. Guiados por Ayelén, maestra integradora de chicos ciegos y con disminución visual, desciframos el mensaje y descubrimos un mundo maravilloso.
Los ciegos leen por el tacto, al deslizar sus dedos sobre un alfabeto especialmente ideado para ellos.
Cuando tenía 15 años, el joven Louis Braille (1809-1852), quien a los tres años de edad había quedado ciego como consecuencia de un accidente, inventó un sistema de lectura y escritura por medio del tacto que consistía en puntos.


El braille, un verdadero alfabeto, consiste en leer moviendo la mano de izquierda a derecha, pasando por cada línea.

La escritura es más rápida que la lectura y suele presentar menos dificultad.
Un texto en Braille puede ser elaborado a mano o a máquina.
Para escribir a mano se precisa disponer de una pauta o de una regleta, de un punzón y de un papel.

Para que la lectura de lo escrito a mano pueda realizarse normalmente de izquierda a derecha, es necesario empezar a escribir de derecha a izquierda, invirtiendo la numeración de los puntos del cajetín. De esta manera el rehundido que se hace al escribir quedará como un punto en relieve situado en el lugar correcto cuando se le da la vuelta al papel.

¡Y así participamos!...


2 comentarios:

  1. Me encantó esta actividad. Estaban todos en silencio, interesados en lo que contaba Ayelén.
    Gracias a la mamá de Cata ,de Sala de 2, que nos dió la oporturtunidad de generar un momento distinto de aprendizaje donde todos nos enriquecimos.
    Cristina Schneider
    Dirección Primaria

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  2. ¡Una experiencia inolvidable!

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