La propuesta que planteamos en este itinerario es que los niños y las niñas de la sala puedan reconocer las partes del cuerpo en ellos mismos y en los otro. a través de imágenes y ejercitando tanto la motricidad fina como la gruesa.
De este modo, ponemos mucho énfasis en que el niño pueda sentir y expresarse a través de su cuerpo. A medida que va creciendo, sus habilidades y destrezas motrices van aumentando, esto le proporciona mayor control, dominio, autonomía y seguridad en sí mismo.
Es importante que cada niño conozca y explore su cuerpo para poder desarrollar y favorecer el proceso de identidad.
Durante este recorrido:
•los niños observaron imágenes de un nene y una nena para luego poder nombrar las partes básicas del cuerpo como por ejemplo la cabeza.
•las docentes dibujaron en un afiche la silueta de un niño de la sala.
•se les presentó un rompecabezas de dos piezas (cara humana en dos partes iguales) en grupos reducidos lograron armarlos.
•se les repartió una hoja que contenía la silueta de la cara humana, se les dio ojos y bocas para que los niños los peguen dentro de ella.
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